El ayuno intermitente es una herramienta dietética o estrategia nutricional basada en distribuir las ingestas de una manera ordenada y saludable durante un espacio de tiempo determinado, combinándolas con periodos de ayuno. Esta herramienta debe adaptarse a las circunstancias de cada persona: hábitos de vida, horas de sueño en función de los hábitos de vida, las horas de sueño y las necesidades de cada persona, por ejemplo.

Un ayuno bien pautado debe ser completamente saludable, debe cubrir los requerimientos energéticos y garantizar las necesidades nutricionales de cada persona. Se debe realizar siempre bajo la supervisión de un dietista-nutricionista que estudie cada caso en particular para adaptarlo a cada paciente. Por el contrario, se pueden generar ciertos problemas de salud a corto y largo plazo que será necesario prevenir.

¡Descubre los distintos tipos de ayuno intermitente que existen!

Una vez que hemos explicado qué es el ayuno intermitente, hablaremos de los distintos tipos que existen. Y es que, con el fin de que su práctica se ajuste a las distintas necesidades de cada persona, existen multitud de variantes. Desde Clínica Simarro te informamos sobre algunas de ellas.

  • Ayuno 12/12. 12 horas de ayuno y 12 horas de ingestas pautadas.
  • Ayuno 14/10.  14 horas de ayuno y 10 horas de ingestas.
  • Ayuno 16/8. 16 horas de ayuno y 8 horas de ingestas. Este tipo de ayuno es el más utilizado.
  • Ayuno 5/2. Se trata de mantener 5 días a la semana con un patrón de alimentación normal y otros 2 días con ingestas limitadas progresivas. 
  • Ayuno 24 horas. El objetivo de este tipo de ayuno es intentar ayunar durante 24 horas a lo largo de una semana.

¿Cuáles son las ventajas y los beneficios del ayuno intermitente?

El ayuno intermitente tiene una serie de ventajas que será necesario conocer para valorar su práctica. ¡Descúbrelas a continuación!

  • Acelera la autofagia, proceso de renovación y limpieza de células que puedan estar dañadas y genera nuevas células funcionales. 
  • Aumenta la saciedad debido al aumento de producción de cetonas por la activación de algunas vías metabólicas específicas.  
  • Disminuye la presión arterial.
  • Disminuye las citoquinas pro-inflamatorias. 
  • Mejora el control glucémico. 
  • Aumenta la sensibilidad a la insulina y, por tanto, reduce la resistencia a la misma.
  • Favorece la diversidad de la microbiota intestinal.
  • Disminuye la inflamación genérica, el estrés oxidativo.
  • Regula los ritmos circadianos.
  • Mejora la flexibilidad metabólica y la pérdida de grasa. 
  • Mejora la inflamación intestinal y la salud digestiva: cuando han pasado entre 2 y 4 horas en ayunas, se producen movimientos en el intestino delgado a los que se les conoce con el nombre de complejo migratorio. Estos ayudan a eliminar los restos de comida de la última digestión, pasando del intestino delgado al grueso.  Si se realiza un ayuno nocturno de 12-14 horas, se potencia esta limpieza y, por ello, existen algunos pacientes que pueden beneficiarse de su práctica. Algunos de los principales son:
  • Pacientes con sobrepeso u obesidad.
  • Pacientes diabéticos o prediabéticos.
  • Pacientes con síndrome metabólico.
  • Pacientes con ciertas patologías digestivas. 

¿Cuándo se recomienda no practicar el ayuno intermitente?

Hay situaciones en las que practicar el ayuno intermitente no es del todo recomendable. Infórmate de las distintas situaciones o de los diferentes casos en los que evitarla.

  • Embarazadas y lactantes.
  • Niños y ancianos.
  • Personas con trastornos de la conducta alimentaria.
  • Personas con alteraciones hormonales con bajo porcentaje de grasa. 
  • Personas con reflujo gastroesofágico y gastritis crónica. 
  • Según qué tipos de medicaciones se estén tomando puede estar contraindicado (consultar al médico especialista) 
  • Personas que sigan una estrategia de aumento de masa muscular. 

En conclusión con todo lo mencionado anteriormente, el ayuno intermitente es una herramienta dietética entre las muchas otras estrategias nutricionales que existen. Busca combinar el ayuno con las ingestas saludables que estén controladas en cuanto a cantidad y tiempo. Gracias a los diferentes tipos que existen, esta técnica es absolutamente personalizada y permite resolver y satisfacer las necesidades de cada una de las personas que lo practiquen. Sin embargo, es fundamental ser conscientes de que, a pesar de sus innumerables ventajas, hay personas que, debido a la situación que experimentan o al momento que atraviesan (mujeres embarazadas, niños, personas mayores, pacientes con trastorno en la conducta alimentaria, por ejemplo), no deben someterse a ella. Para garantizar su correcta aplicación es importante ponerse en manos de un dietista-nutricionista que te ayude a cambiar ciertos hábitos alimentarios y así poder preservar la salud a largo plazo. 
Si durante el proceso te surge algún tipo de duda, ¡ponte en contacto con nosotros! Disponemos de un equipo repleto de profesionales que estará encantado de ayudarte y de resolver cualquier tipo de consulta que tengas.

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